Niños de Kirguistán
Lograr los derechos de los niños en Kirguistán
Kirguistán, antigua república soviética, consigue su independencia en 1991. La mayoría de los habitantes de Kirguistán son nómadas constituidos por diversas minorías: rusos, uzbekistanís, ucranianos. En 2010, estallaron varios enfrentamientos entre las minorías en el sur del país y provocaron el desplazamiento forzado hacia los países vecinos de la minoría uzbeka.
En lo referente a la situación de los niños, Kirguistán debe hacer frente a un importante problema: cada año, muchas chicas jóvenes son secuestradas en el país y son obligadas a casarse con sus secuestradores.
Nivel rojo: Situación difícil Población: 5,55 millones Esperanza de vida : 67.5 años |
Principales problemas que afectan a los niños en Kirguistán
Kirguistán es el segundo país más pobre de Asia central. Más del 36% de los niños kirguises crecen en la pobreza y el 7% vive en condiciones extremas.
Sanidad
La mortalidad infantil toca a uno de cada cinco niños kirguises. Según los datos, principalmente debido a la desnutrición de los recién nacidos.
El Kirguistán está expuesto a numerosos seísmos e inundaciones que repercuten en la salud de los habitantes. Por ejemplo, en 2010, se determinaron más de 476 casos de poliomielitis en el país, que afectaron cerca del 70% de los niños.
Además, el acceso a la atención sigue siendo desigual: muchos refugiados, ya sean inmigrantes o no ciudadanos se ven privados.
En el Kirguistán, la escuela es obligatoria y gratuita hasta los 14 años. La enseñanza secundaria también es gratuita hasta los 17 años. En caso de no respetar esta obligación, los padres del niño en cuestión, incurren en sanciones básicamente financieras. No obstante esto, en la práctica, se constata que en las zonas rurales escapan de este sistema de sanciones ya que muchos niños no tienen acceso a la educación.
El gobierno también se esfuerza para sufragar los gastos relacionados con la compra de mobiliario escolar de los niños, para los niños cuyos padres tienen un ingreso bajo, pero también a los niños con discapacidad mental.
El problema de los niños de la calle no es nuevo en Kirguistán, y ha crecido en los últimos años.
Más del 80% de los niños de la calle proceden de las migraciones internas.
Las autoridades del país intentan ocuparse de estos niños. Éstos son enviados de nuevo a sus casas si se conoce la dirección, o bien son enviados a un centro de readaptación o en un orfanato.A finales de 2008, se contabilizaron más de 5.390 niños alojados en establecimientos dirigidos por el estado.
Desgraciadamente, todavía quedan muchos niños de la calle que están al acecho de cualquier tipo de trabajo para asegurar su sustento. Pueden llegar a convertirse en embotelladores, ladrones, indicadores, estafadores, transportadores de mercancías, prostitutas o vendedores ambulantes. Estos niños ganan de media entre 0,75 y 2 euros al día.
Aunque la ley prohíbe el matrimonio de niños menores de 16 años, los matrimonios forzados suelen ser una práctica normal en Kirguistán. Cada año, alrededor de 16.000 niñas son secuestradas, violadas y obligadas a casarse con sus secuestradores.
La pobreza aparece como la principal causa de este fenómeno social. Los padres no pueden pagar los gastos de escolarización de sus hijas y creen que el matrimonio precoz puede ser una solución.
Esta práctica conduce a unas consecuencias nefastas en las jóvenes. En los últimos seis años, quince chicas se suicidaron después de haberse casado a la fuerza.
La prostitución es una práctica cada vez más habitual en Kirguistán. Muchos niños, especialmente las niñas trabajan en la industria del sexo. En Bichkek, la capital, más del 20% de prostitutas son niñas. En la mayoría de los casos, éstas son controladas por mujeres proxenetas.
También, cada vez más, se explota a los chicos de entre 12 y 16 años.
Los clientes, principalmente hombres de negocios, conocen los lugares donde pueden encontrar los servicios sexuales de niños en edad escolar por algo más de un dólar. Muchas agencias de acompañantes han visto la luz en las grandes ciudades.
Además, se constata la aparición de una nueva práctica en el país. Chicas jóvenes normalmente entre 11 y 12 años, viajan en trenes de largo recorrido y se prostituyen. Una vez que han llegado al destino final, los clientes abandonan a estas niñas y permanecen uno o dos días en la calle hasta que encuentran un nuevo viajero.
Según el Organismo de las Naciones Unidas para los refugiados, habría más de 17.000 apátridas en riesgo de precariedad en Kirguistán. La mayoría de apátridas son mujeres o menores.
Los niños que no han sido registrados no tienen los mismos derechos que los ciudadanos. Por ejemplo, los niños apátridas no se benefician de ninguna prestación social y no tienen acceso a la atención primaria ya que resultan demasiado caros.
