«Hija mía, algún día tal vez tengas el derecho»

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Sin duda, muchas niñas sauditas oyen esta frase a diario. Esto se debe a que en su país no gozan de todos sus derechos fundamentales y están subordinadas, en la vida cotidiana, a la autoridad masculina.

Por ejemplo, las mujeres no tienen derecho a viajar, trabajar, conducir y, a veces, ni de ser operadas sin el consentimiento de su tutor (por lo general, un miembro masculino de la familia, como el padre o un hermano).

En el año 2013, en una clasificación sobre la diferencia entre los sexos establecida por el Foro Económico Mundial, Arabia Saudita ocupaba el puesto 127… de 136, una posición poco honorable para Arabia Saudita, que, sin embargo, puede mejorar. Y lo está haciendo.

Los primeros pasos

Wadjda-.-La-revolution-du-velo_article_landscape_pm_v8A raíz del plebiscito internacional sobre la película «La bicicleta verde» (título original: Wadja), que cuenta la historia de una niña saudita que solo tiene un sueño: el de poder montar en bicicleta, la policía religiosa del reino ha decidido suavizar su política relacionada con las mujeres. Ahora se atreven a desplazarse en bicicleta y en moto siempre y cuando vayan acompañadas de un hombre y lleven el velo integral (el burka).

En 2013, Arabia Saudita firmó un acuerdo que puede calificarse como histórico en vista del carácter conservador del país. De hecho, el reino saudí aceptó un texto cuyo objetivo es luchar contra las violencias cometidas contra las mujeres y las niñas.

Una cláusula estipula que la violencia en contra de las mujeres no se justifica «por ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa». Esta aceptación concuerda con el 70 % de los sauditas interrogados por el National Family Safety Program (Programa Nacional de Seguridad Familiar), quienes calculan que las violencias domésticas en Arabia Saudita son bastante frecuentes.

En 2011, el rey Abdallah anunció personalmente que las mujeres tendrán derecho a votar en 2015. También podrán presentarse como candidatas al Majlis al-Choura, la junta asesora del reino.

Por el momento, hay que esperar que las semillas de esperanza sembradas por el rey no crezcan en un terreno fértil… de conservadurismo.