El abuso sexual infantil es un fenómeno global que afecta a niños y jóvenes sin distinción de religión, clase económica o social, género o etnia. Es un delito y una Experiencia Infantil Adversa (ACE, por sus siglas en inglés) que puede tener impactos de por vida en los sobrevivientes. Para proteger a los niños del abuso sexual infantil, es fundamental crear conciencia sobre este tema y hablar claramente sobre este tipo de situaciones para brindar a las víctimas la protección y ayuda que merecen y también para prevenir que tales casos de violación de los derechos de los niños les sucedan a otros niños.
Definiendo el abuso sexual infantil
El abuso sexual infantil es un delito que ocurre en todas las razas, religiones y clases y tiene efectos de por vida (YWCA, 2017). Puede definirse como actividad sexual con un niño por parte de un adulto, adolescente o niño mayor. Si un adulto tiene relaciones sexuales con un niño, eso es abuso sexual. (Prevent Child Abuse, 2023). El abuso sexual infantil incluye esclavitud sexual, pornografía, abuso infantil y agresión sexual (UNHCR, 2023).
Más aún, el abuso sexual infantil también puede equivaler a explotación sexual, que puede definirse como un abuso real o un intento de abuso de la posición vulnerable de alguien (como una persona que depende de usted para supervivencia, raciones de alimentos, escuela, libros, transporte u otros servicios), poder o confianza diferencial, para obtener favores sexuales, incluido, entre otros, el ofrecimiento de dinero u otras ventajas sociales, económicas o políticas. Además, la explotación sexual incluye la trata y la prostitución (UNHCR, 2023).
Prostitución infantil y turismo sexual infantil
El Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un procedimiento de comunicaciones sobre la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Pornografía Infantil define la prostitución infantil como “el uso de un niño en actividades sexuales a cambio de remuneración o cualquier otra forma de contraprestación” (Montgomery, 2014). En este sentido, el abuso sexual infantil engloba también la prostitución infantil así como el fenómeno del turismo sexual, que afecta a muchos países del mundo, como Marruecos, Sudáfrica, Estados Unidos, Tailandia, Camboya, India, Brasil y México.
Las principales razones del turismo sexual infantil están relacionadas con la falta de educación, la disparidad económica, la corrupción y la migración rural-urbana que ponen a los niños en condiciones de ser obligados a tener relaciones sexuales para sobrevivir, ganar dinero o realizar algunas prácticas culturales, por ejemplo, al casarse muy joven (World Tourism Organization, 2001). Los niños podrían verse fácilmente involucrados en este tipo de práctica, ya que sus posiciones vulnerables requieren que los adultos los protejan de posibles daños y no siempre es así.
La pobreza también podría empujar a los padres de los niños a permitir o ser cómplices del turismo sexual infantil, ya que podría ser una forma de sobrevivir para toda la familia. Por otro lado, los clientes tienen interés en aprovechar estas situaciones vulnerables para sus propios intereses, especialmente en países donde el sistema legal es débil y el sexo con un menor es un delito que no está totalmente perseguido.
Identificando los diferentes tipos de abuso sexual infantil
Hay dos tipos principales de abuso sexual infantil: tocar y no tocar. Tocar incluye tocar los genitales de un niño, hacer que un niño toque los genitales de otra persona, jugar juegos sexuales y/o poner objetos o partes del cuerpo dentro de la vulva o vagina, en la boca o en el ano de un niño para obtener placer sexual. El abuso sin contacto incluye mostrar pornografía a un niño, exponer los genitales de una persona a un niño, prostituir/traficar a un niño, fotografiar a un niño en poses sexuales, alentar a un niño a ver u oír actos sexuales ya sea en persona o en un video, y /o observar a un niño desvestirse o usar el baño (Prevent Child Abuse, 2023).
De acuerdo con RAINN (2023), algunas formas de abuso sexual infantil incluyen (pero no están limitadas a):
• Exhibicionismo o exponerse ante un menor;
• Caricias;
• Relaciones sexuales;
• Masturbación en presencia de un menor u obligar al menor a masturbarse;
• Conversaciones obscenas, llamadas telefónicas, mensajes de texto o interacción digital;
• Producir, poseer o compartir imágenes o películas pornográficas de niños;
• Tráfico sexual;
• Cualquier otro contacto de carácter sexual que involucre a un menor de edad.
El abuso sexual infantil en números
Muchos niños esperan para denunciar o nunca denuncian el abuso sexual infantil. Por lo tanto, las cifras siguientes probablemente subestimen el verdadero impacto del problema (CDC, 2023). Sin embargo, aproximadamente uno de cada cinco niños en Europa es víctima de algún tipo de violencia sexual y una de cada siete víctimas es menor de seis años (EUROCHILD, 2023). Más aún, entre el 70 y el 85 por ciento de los niños conocen a su abusador y aproximadamente un tercio de los niños abusados nunca se lo cuentan a nadie (COE, 2023).
Según el Estudio Australiano sobre Maltrato Infantil (ACMS por sus siglas en inglés), el primer estudio representativo a nivel nacional sobre las tasas de maltrato infantil, encontró que el 28.5 por ciento de los australianos sufrió abuso sexual infantil. Las niñas experimentaron el doble de tasa de abuso sexual infantil (37.3 por ciento frente al 18.8 por ciento de los niños).
El ACMS encontró que casi 1 de cada 4 australianos experimentó uno o más tipos de abuso sexual infantil con contacto (23.7 por ciento), mientras que casi 1 de cada 5 experimentó abuso sexual infantil sin contacto (18.1 por ciento). Casi 1 de cada 10 australianos experimentó relaciones sexuales forzadas en la infancia (Bravehearts, 2023).
En un estudio reciente sobre experiencias adversas en la infancia entre casi 250,000 participantes en 23 estados de EE. UU., el 16.3 por ciento de las mujeres y el 6.7 por ciento de los hombres informaron haber experimentado abuso sexual antes de los 18 años (Bravehearts, 2023).
Una revisión de los estudios sobre abuso sexual infantil en los países nórdicos encontró tasas de prevalencia de abuso sexual infantil ampliamente definido de entre el 3 y el 23 por ciento para los niños y entre el 11 y el 36 por ciento para las niñas. Mientras tanto, las tasas de prevalencia del abuso por contacto fueron del 1 al 12 por ciento para los niños y del 6 al 30 por ciento para las niñas, mientras que las tasas de prevalencia del abuso con penetración fueron del 0.3 al 6.8 por ciento para los niños y del 1.1 al 13.5 por ciento para las niñas (Bravehearts, 2023).
Una revisión de estudios sobre abuso sexual infantil en Japón encontró un rango de abuso por contacto para las mujeres del 10.4 al 60.7 por ciento, mientras que la prevalencia del abuso por contacto para los hombres (según un solo estudio) fue del 4.1 por ciento. Además, se encontró que la tasa de abuso sexual con penetración para las mujeres oscilaba entre el 1.3 y el 8.3 por ciento, y para los hombres, entre el 0.5 y el 1.3 por ciento (Bravehearts, 2023).
Abuso sexual infantil intrafamiliar
El abuso sexual infantil intrafamiliar se refiere al abuso sexual infantil que ocurre dentro de un entorno familiar. Las investigaciones han demostrado que la gran mayoría de los perpetradores de abuso sexual infantil son hombres, aunque el abuso por parte de mujeres también ocurre, y en alrededor de una cuarta parte de los casos, el perpetrador es menor de 18 años (McNeish, Scott, 2018).
El abuso sexual infantil puede ocurrir en familias de todas las condiciones socioculturales, religiones y etnias, aunque existen diferencias en la medida en que se denuncia el abuso y se responde a él. Los altos niveles de secretismo, vergüenza y estigma dentro de algunos grupos negros, asiáticos y de minorías étnicas (BAME por sus siglas en inglés), combinados con suposiciones culturales por parte de los profesionales, pueden aumentar las barreras a la divulgación. Los niños BAME están sub-representados en los servicios de protección infantil cuando se trata de abuso sexual (McNeish, Scott, 2018).
Las estimaciones varían ampliamente según cómo los estudios definen el abuso y los métodos utilizados, y la mayoría se basa en informes retrospectivos de adultos. Los estudios sugieren que entre el 15 y el 20 por ciento de las niñas y entre el 7 y el 8 por ciento de los niños experimentan algún tipo de abuso sexual antes de los 16 años.
En un estudio del Reino Unido en el que participaron casi 2,000 jóvenes de entre 18 y 24 años, casi el 11 por ciento informó algún tipo de experiencia sexual no deseada, y el 6 por ciento informó actos sexuales forzados cuando eran menores de 18 años. Se estima que el abuso sexual infantil en el entorno familiar comprende hasta dos tercios de todos los abusos sexuales infantiles denunciados a la policía (McNeish, Scott, 2018).
Abuso sexual de niños discapacitados
Las investigaciones indican que los niños discapacitados tienen más de tres veces más probabilidades que los niños no discapacitados de ser víctimas de abuso sexual infantil (McNeish, Scott, 2018). Se estima que sólo el 10% de estos delitos son descubiertos. Este mayor riesgo podría estar relacionado con la falta de denuncia debido a dificultades de comunicación y limitaciones físicas que impiden escapar (Saprea, 2023).
Además, los niños discapacitados también podrían tener dificultades para denunciar abusos debido a la falta de educación sobre la sexualidad saludable y el abuso sexual, y a los mitos sociales de que una discapacidad los protege del abuso sexual (Saprea, 2023). Estos factores, combinados con la falta de conocimientos profesionales especializados, pueden conducir a bajos niveles de divulgación y respuestas inadecuadas (McNeish, Scott, 2018).
Abuso sexual infantil en el deporte
El abuso sexual infantil también ocurre en los deportes. Los niños pueden estar en riesgo debido a la alta tolerancia a la violencia física y las lesiones, el liderazgo autoritario y las relaciones de poder desiguales entre entrenadores y atletas y la proporción de género dominada por los hombres. La mayoría de las veces, los incidentes se silencian, se toleran conductas sexuales inapropiadas y se aceptan la discriminación y la desigualdad de género. Además, existen varias situaciones que podrían aumentar el riesgo potencial, como vestuarios, duchas, viajes compartidos o pernoctaciones (COE, 2023).
La Investigación Independiente sobre Abuso Sexual Infantil ha publicado una nueva investigación y ha descubierto que, de los 3,939 supervivientes de abuso sexual que se presentaron al Proyecto Verdad, como parte de la investigación, y compartieron una experiencia entre junio de 2016 y marzo de 2020, 64 describió abuso sexual infantil que tuvo lugar en un ambiente deportivo. Cincuenta y ocho (91%) de esos 64 participantes informaron haber sido abusados sexualmente por un entrenador deportivo o voluntario en una organización deportiva (The Guardian, 2020).
El abuso sexual infantil en línea
Internet proporciona anonimato y un entorno en el que los abusadores pueden interactuar y encontrar una comunidad que les asegure que sus objetivos criminales son correctos, y estos espacios digitales pueden incluso incitarlos a continuar con sus actividades. Pueden intercambiar materiales y construir su propia comunidad. Esto también alimenta la demanda de material de abuso sexual infantil. Hay grupos cerrados donde se requiere una “cuota de entrada” en forma de material nuevo e invisible sobre abuso sexual infantil (EC, Strategy, 2023).
Cuando el abuso también se graba y se comparte en línea, la violación continúa mientras los perpetradores compartan estas imágenes y videos en línea. Las víctimas tienen que vivir sabiendo que circulan imágenes y vídeos de los delitos que muestran cómo son explotadas y que cualquiera, incluidos amigos o familiares, puede verlos (EC, Strategy 2023).
En los últimos años, ha habido un número significativo de casos de abuso sexual infantil en los Estados miembros de la UE, así como un aumento espectacular de las denuncias de abuso sexual infantil en línea, tanto a nivel mundial como en la Unión Europea (UE). La UE se ha convertido en el mayor anfitrión de material sobre abuso sexual infantil a nivel mundial (de más de la mitad del abuso sexual infantil a nivel mundial en 2016 a más de dos tercios en 2019) (EC, Strategy 2023).
La influencia de la crisis de COVID-19 en el abuso sexual infantil
La crisis de la COVID-19 ha exacerbado el problema del abuso sexual infantil. Durante el confinamiento, los niños solían estar más aislados y pasaban más tiempo en línea, a veces sin la supervisión adecuada de sus padres y cuidadores.
Esto, junto con el hecho de que los depredadores sexuales también pasan más tiempo en línea, pone a los niños en mayor riesgo de convertirse en víctimas de abuso en línea, como el acicalamiento o la sextorsión (EC, Strategy, 2023). Si bien la mayoría de las formas de delincuencia registradas disminuyeron durante los confinamientos, cifras recientes en el Reino Unido muestran un aumento del 17 por ciento en los delitos sexuales en línea contra niños en los 6 meses posteriores al inicio del primer confinamiento por Covid-19.
Los datos del Ministerio del Interior han demostrado que la policía de Inglaterra y Gales registró 17,699 delitos sexuales contra menores en línea entre abril y septiembre de 2020, y se cree que la mayoría de esos delitos implican imágenes de abuso sexual infantil (Harris, Allardyce, Findlater, 2021). Por ejemplo, en 2021, las empresas de Internet denunciaron en todo el mundo 85 millones de fotografías y vídeos de abuso sexual infantil (EC, Legislation, 2023).
La Covid-19 aumentó el riesgo de daños en línea y fuera de línea para algunos niños al aumentar las vulnerabilidades y reducir la protección. La mayoría de los niños y jóvenes han estado aislados física y socialmente de amigos y adultos de confianza fuera de sus hogares durante varios períodos durante la pandemia. La salud emocional y mental de muchos se ha visto comprometida, siendo características comunes el confinamiento en casa y los cambios en sus rutinas.
Muchos han experimentado ansiedad al vivir con un alto nivel de estrés entre padres que se preocupan por la enfermedad, la seguridad laboral y la incertidumbre económica. Algunas de estas experiencias de estrés de los padres han contribuido al abandono y otros tipos de maltrato, incluidos niños que presencian abuso doméstico y control coercitivo (Harris, Allardyce, Findlater, 2021).
¿Cómo se ven los perpetradores de abuso sexual infantil?
La mayoría de los perpetradores son alguien que el niño o la familia conocen. Hasta el 93 por ciento de las víctimas menores de 18 años conocen al abusador. Cualquiera que pertenezca a cualquier esfera de la vida del niño podría dañarlo. Pueden tener cualquier relación con el niño, incluido un hermano mayor o un compañero de juegos, un miembro de la familia, un maestro, un entrenador o instructor, un cuidador o el padre de otro niño (RAINN, 2023).
Los abusadores pueden manipular a las víctimas para que guarden silencio sobre el abuso sexual utilizando varias tácticas diferentes. A menudo, un abusador utilizará su posición de poder sobre la víctima para coaccionar o intimidar al niño. Podrían decirle al niño que la actividad es normal o que la disfrutó. Un abusador puede amenazarlo si el niño se niega a participar o planea contárselo a otro adulto. El abuso sexual infantil no es sólo una violación física, sino también una violación de la confianza y/o autoridad (RAINN, 2023).
Los efectos del abuso sexual infantil sobre la niñez y el desarrollo infantil
El abuso sexual infantil es una Experiencia Infantil Adversa (ACE) que puede tener impactos de por vida en los sobrevivientes, especialmente sin apoyo (CDC, 2023). Esto puede tener consecuencias para la salud física, mental y conductual a corto y largo plazo.
Los efectos a corto plazo podrían ser infecciones de transmisión sexual (ITS), lesiones físicas o síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los efectos a largo plazo podrían ser depresión, uso/abuso de sustancias, incluido el uso indebido de opioides, conductas sexuales de riesgo, mayor riesgo de perpetración de violencia sexual o mayor riesgo de suicidio o intentos de suicidio.
Experimentar abuso sexual infantil también puede aumentar el riesgo de que una persona sea victimizada en el futuro. Por ejemplo, estudios recientes han encontrado que las mujeres expuestas al abuso sexual infantil tienen entre 2 y 13 veces más riesgo de ser victimizadas por violencia sexual en la edad adulta y las personas que sufrieron abuso sexual infantil tienen el doble de riesgo de sufrir violencia no sexual por parte de su pareja (CDC, 2023).
¿Cómo prevenir el abuso sexual infantil?
Los adultos son responsables de garantizar que los niños tengan relaciones y entornos seguros, estables y enriquecedores. Los recursos para el abuso sexual infantil se han centrado principalmente en el tratamiento de las víctimas y en enfoques orientados a la justicia penal para los perpetradores. Estos esfuerzos son importantes después de que ha ocurrido el abuso sexual infantil. Sin embargo, se ha invertido poco en la prevención primaria o en la prevención del abuso sexual infantil.
Se dispone de estrategias eficaces basadas en evidencia para proteger proactivamente a los niños del abuso sexual infantil, pero pocas se han difundido ampliamente. Se necesitan más recursos para desarrollar, evaluar e implementar estrategias de prevención primaria del abuso sexual infantil basadas en evidencia. Estas estrategias pueden ayudar a garantizar que todos los niños tengan relaciones y entornos seguros, estables y enriquecedores (CDC, 2023).
Además, es importante animar a los niños a hablar y hacerles sentir escuchados y tomados en serio. Los adultos también deben proporcionar a los niños herramientas para que conozcan los límites que existen al tocar o ser tocado por otra persona. Los adultos deben enseñar a los niños a hablar sobre sus cuerpos y empoderarlos para que compartan cualquier tipo de pensamientos o experiencias que hayan vivido (RAINN, 2023). Proporcionar a los niños un espacio seguro en el que puedan hacer preguntas, encontrar apoyo y no ser juzgados es el primer paso para promover la conciencia sobre este tema y contribuir a reducir el número de abuso sexual infantil a nivel mundial.
Escrito por Arianna Braga
Original revisado por Aditi Partha
Traducido por Gabriela Pacheco Mújica
Última actualización el 16 de abril de 2023
Referencias:
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