Erradicando la violencia sexual y protegiendo los derechos de los más vulnerables

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Antecedentes

El 19 de junio de 2008, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la resolución 1820 (2008). Esta condenaba la violencia sexual como táctica de guerra y como impedimento para la construcción de la paz. En un esfuerzo por conmemorar esta resolución, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 19 de junio el día internacional para la eliminación de la violencia sexual en el conflicto (Naciones Unidas, 2015). El objetivo era crear conciencia de la necesidad de poner fin al uso de la violencia sexual en tiempos de conflicto, honrar a las víctimas y sobrevivientes de la violencia sexual en todo el mundo y rendir homenaje a quienes con valentía han dedicado sus vidas y han perdido sus vidas para erradicar estos crímenes.

 

La violación como arma de guerra

Según la definición del Tribunal Internacional, la violación y la violencia sexual son «cualquier acto de naturaleza sexual cometido contra una persona en circunstancias que son coercitivas». Un acto de violencia sexual va desde su forma física hasta hacer comentarios con connotaciones sexuales (Gaggioli, 2015). Además, la «coerción» no solo incluye la fuerza física, sino también las amenazas, la intimidación, la extorsión y otras formas de coacción. El Derecho internacional humanitario y la normativa de derechos humanos prohíbe absolutamente cualquier forma de violencia sexual en cualquier circunstancia en contra de alguien (Gaggioli, 2015). Pese a esto, la violencia sexual se ha dado durante el conflicto armado en todos los continentes y está generalizado en la actualidad en muchas guerras. El uso de la violación como arma de guerra no se limita a alguna época o región, sino que se ha empleado en países como la República Central de África, Colombia, República Democrática del Congo (RDC), Malí, Sudán del Sur, Siria y la actual Yugoslavia. La violencia sexual también estuvo difundida a lo largo de la Segunda Guerra Mundial en diferentes partes de Europa y Asia.  

 

Impacto en las víctimas

A menudo, los sobrevivientes de la violencia sexual enfrentan varios estigmas, incluyendo la asociación con grupos armados o la oposición y de dar a luz hijos como resultado de una violación. Para la sociedad, las mujeres y niños son vistos como simpatizantes de la oposición en lugar de víctimas de los grupos armados y violentos (Naciones Unidas, 2015). Asimismo, los niños nacidos durante la guerra podrían ser apátridas, sin acceso a las disposiciones de protección social, lo que los hace vulnerables al tráfico y a la explotación. Además de sus vulnerabilidades, estos niños a veces son etiquetados como «hijos del enemigo» y son rechazados por las familias o por el resto de la sociedad. Como resultado, el uso de la violencia sexual durante el conflicto repercute en las siguientes generaciones, gracias a un ciclo vicioso de traumas, pobreza y problemas de salud (Naciones Unidas, 2015).

 

Enfrentando estos retos

Poner fin a la violación en la guerra requiere que los países subsanen las deficiencias legales y mejoren la implementación del derecho nacional e internacional (Gaggioli, 2015). Asimismo, los estigmas asociados a la violencia sexual pueden ocasionar repercusiones permanentes.  Por tanto, el apoyo para la reintegración encaminado a mitigar el estigma debería estar presente en la reconstrucción del posconflicto y en los programas de recuperación (Naciones Unidas, 2015).

 

Iniciativas que pretenden abordar la violencia sexual y la violación

La violencia sexual y la violación están generalizadas y afectan a las mujeres y a los niños en todo el mundo. De hecho, la “ONU Mujeres” sostiene que una de cada tres mujeres enfrenta algún tipo de asalto sexual por lo menos una vez en su vida (SafeCity, s.f.). El “Red Dot Foundation Group” ha implementado una serie de iniciativas para enfrentar el acoso sexual generalizado. En particular, su programa principal, Safecity, es una plataforma que comparte públicamente historias personas con el fin de avisar sobre el abuso y acoso sexual en espacios públicos. La identidad de las víctimas se mantiene en el anonimato y la información se añade como puntos rojos en un mapa, donde se indican tendencias de violencia sexual en la localidad (SafeCity, s.f.). Esto resulta útil para individuos, comunidades locales y la administración local para identificar los factores que pueden contribuir al alto índice de violencia sexual en un área y las estrategias para solucionarlo. Desde el lanzamiento de Safecity, se recolectaron y se utilizaron más de 10 000 historias desde 50 ciudades en India, Kenya, Camerún y Nepal a fin de asegurar más estas ciudades y los lugares públicos para las mujeres y los niños (SafeCity, s.f.).  

 

En Humanium, luchamos por un mundo donde se respeten, se protejan y se hagan valer los derechos de todos. Por ello, es importante para nosotros crear conciencia sobre el peligro de la violación y el abuso sexual. Es parte de nuestro trabajo, valores y compromiso proteger los derechos de los más vulnerables. Visita nuestro sitio web https://www.humanium.org/es para tener más información acerca de nuestro trabajo, para contactarte con el equipo de Humanium y para acompañarnos a mejorar la vida de miles de niños en todo el mundo.

 

Escrito por Warda Duale
Traducido por Felipe Chávez

 

Referencias

Gaggioli, G. (2015). Sexual violence in armed conflicts: A violation of international humanitarian law and human rights law. Geneva: International Review of the Red Cross .

SafeCity. (n.d.). Red Dot Foundation. Recuperado de About SafeCity: https://safecity.in/about/

Naciones Unidas (19 de junio del 2015). Día internacional para la eliminación de la violencia sexual en el conflicto. Recuperado de United Nations: https://www.un.org/en/events/elimination-of-sexual-violence-in-conflict/