Arabia Saudí acaparó todas las atenciones durante la reunión del Comité de Derechos del Niño celebrada el pasado 1 de octubre de 2018 en el Palacio Wilson de Ginebra. En esta 79ª sesión del Comité las sesiones 2331ª y 2332ª estuvieron respectivamente dedicadas al protocolo facultativo para la Convención de los Derechos del Niño, en lo que concierne a la venta de niños, la prostitución infantil y la pornografía donde aparecen niños o el OPSC (Optional Protocol on the Sale of Children, Child Prostitution, and Child Pornography) en la sesión de la mañana, y el protocolo facultativo para la Convención relativa a los Derechos del Niño en lo que concierne a la implicación de niños en conflictos armados o OPAC (Optional Protocol on the Involvement of Children in Armed Conflict) en la sesión vespertina.
Se recordó a la delegación saudita que recordara y apoyara las medidas necesarias adoptadas por el Reino para hacer efectivos los decretos y protocolos firmados.
Arabia Saudí declara que se han realizado numerosos esfuerzos en lo que al OPSC se refiere, así como respecto a la venta y tráfico infantil desde la última reunión del Comité hace dos años. El Reino lucha contra la violencia, el maltrato, la negligencia de la que los niños son víctima e impone fuertes sanciones a los responsables de prácticas de este tipo. Del mismo modo, los niños víctimas de estos comportamientos se benefician de rehabilitación y apoyo facilitados por el Reino. Es más, tanto el sector público como el privado han desarrollado una colaboración para crear un entorno que sea seguro para los niños.
En cuanto al OPAC, Arabia Saudí afirma que las medidas adoptadas se basan en la sharía islámica y la normativa nacional del reino. Igualmente cuenta con un estricto reglamento sobre este tema que respeta la edad de afiliación a las fuerzas armadas. Del mismo modo, se ha levantado en contra de los casos espinosos que involucran a los niños yemenís, explicando la situación de pobreza extrema del país, la fragilidad del sistema educativo y la existencia de conflictos sociales, además de la presencia de niños soldados. Afirma también que ofrece ayuda humanitaria a los grupos más afectados y que favorece la rehabilitación y reinserción de estos niños.
En resumen, Araba Saudí aspira a erigirse como país modelo en lo que a la visión de los niños, con la ayuda al Centro de ayuda de ayuda humanitaria y socorro del Rey Salman. Ha puesto también en marcha un programa de análisis de indicadores de rendimiento y una base de datos para poder medir el progreso alcanzado.
Sin embargo, a pesar del informe de Arabia Saudí y de las diferentes mediadas mencionadas, el Comité de Derechos del Niño destaca cuestiones y comentarios sobre puntos cruciales, en concreto, sobre la recopilación de datos y la falta sangrante de cifras, como por ejemplo números relativos a los delitos de pornografía en internet y el turismo sexual, el número de niños involucrados en conflictos armados, etc. El Comité señala de este modo que los protocolos no son sencillos, sino que precisamente gozan de mayor gravedad y complejidad. Se manifestó cierta aprehensión a la hora de examinar los protocolos relativos a la impunidad, a la reinserción de víctimas, etc., y todavía queda mucho camino por recorrer en lo que a los datos y su aplicación se refiere. El Comité menciona también que existe falta de coherencia entre los diferentes órganos y que en su opción, no se identifican correctamente los sectores, lo que implica que se asignen de manera errónea presupuestos y que no se pueda mejorar ni la eficacia ni la igualdad. Por otra parte, se destacó también otra cuestión sobre el organismo que se ocupa del seguimiento de manera independiente de este progreso, porque hay diferencias entre la coordinación y el seguimiento. Una de las grandes preocupaciones del Comité es de hecho la determinación de recursos destinados a los defensores de los Derechos del Hombre en Arabia Saudí y más en concreto los Derechos de los Niños (desaparición, secuestro, detención, etc.). Por último, la principal preocupación del Comité tiene que ver con la situación en el Yemen, un caso extremadamente grave, y espera poder retrasar lo que parece ser una catástrofe inminente.
A la hora de clausurar la sesión con Arabia Saudí, la vicepresidenta del Comité de los Derechos del Niño, Renate Winter, declaró que «ningún niño debe ser un daño colateral». Humanium rubrica esas palabras de manera contundente. Cada día Humanium lucha por que ningún niño sea víctima de la violencia y porque se mejoren, defiendan, protejan y se concreticen los Derechos del Niño, en el mundo entero.
Visita nuestra página web https://www.humanium.org/es para conocer cuál es la situación de los Derechos del Niño en el mundo, una muestra de nuestras acciones sobre el terreno. Igualmente, si necesitaras ayuda respecto a cualquier caso de violación de Derechos del Niño puedes contactar con nosotros.
Juntos hacemos del mundo un lugar mejor en el que cada niño pueda disfrutar de una infancia en paz alejados de la violencia, las armas y el sufrimiento.
Escrito por: Olivia Ralison
Traducido por: Nieves Carazo
