Cuando un recién nacido llega a nuestro mundo, se esfuerza mucho …
“¡Caramba! … ¿qué es esto? Si estaba tan bien, tan cómodo, como un todo en la pancita de mamá, y ahora… sí ¿qué es esto? No hay suministro de alimento, me duele la barriguita y … sí… totalmente dependiente… e incluso peor… indefenso…”
El primer narcisismo empieza en el útero de mamá, una forma de interacción entre el feto y su entorno, principalmente biológico, su psique aún no está construida. ¿El derecho a la vida se ve afectado? Si, y … ocurre una especie de simbiosis entre la mamá y el feto.
Su psique se empieza a desarrollar lentamente … lo sabemos porque mientras está en el útero, el feto empieza a reconocer la voz de su madre, como se ha demostrado científicamente. Por otro lado, el bebé sólo puede reconocer la voz de su papá 15 semanas después de haber llegado a nuestro mundo como un ser humano separado y único.
¿Y después? Bueno, al bebé le espera mucho trabajo: vive en el nuevo entorno caótico descubriendo cosas, con el objetivo fundamental de encontrar placer.
“Así pues, ¿mamá y yo somos dos seres diferentes? ¡Vaya! …”
Parece que el recién nacido prefiere ser el creador de su entorno, y así puede superar el sentimiento de indefensión.
“Bueno, no soy dependiente al 100%. PUEDO hacer cosas.”
Un poco como en una etapa muy posterior, donde los humanos típicamente preferimos el sentimiento de culpa al de indefensión. Y sentirse protegido es tan importante en estos primeros meses de la existencia, que cargar al bebé es la base de la confianza en este nuevo entorno para calmarse y mirar con optimismo a la vida que se va a desplegar.
¿Y papá? Bien, en un entorno lo suficientemente bueno, se está formando un triángulo entre el bebé, mamá y papá. Tanto mamá como papá imitan al niño interpretando sus expresiones faciales, lo que funciona como un espejo bastante bueno … a mamá parece que se le da mejor, por los primeros meses simbióticos ̶ mediante el amamantamiento materno y cargándolo, está biológicamente mejor preparada para conectar con el bebé. Pero papá puede estar a la altura de su papel mientras crea un marco en el que tanto la mamá como el bebé se sienten protegidos y apoyados. Papá y mamá pueden y deben transformar los meses caóticos de la vida de un bebé en algo tangible, apartando lentamente el temor hacia todas estas cosas nuevas y reemplazándolo por confianza, mediante la propagación del amor. No hay casi nada más importante que dar confianza a un bebé, después el alimento en forma de leche materna, pero…
¿Y la psique? Bueno, en los primeros meses es como si la psique de mamá estuviera alquilada al bebé, la psique de este es una especie de “copiar y pegar” de la psique de mamá, después el bebé empieza a mirar a papá, a sus hermanas y hermanos, tíos y tías, amigos … hasta que su propia psique se desarrolla y entonces transcurren los años de vida más importantes.
De hecho, los científicos opinan de manera unánime que la infancia en sí misma es primordial para el resto de la vida de un ser, todas las creencias posteriores se apuntan aquí … y una tarea importante que se puede hacer como adulto es ser consciente de las propias convicciones. Sí, siendo conscientes podemos ser transformados, sí.
Resumiendo:
- La primera conexión del bebé mientras desarrolla la psique son los sentimientos;
- Las sensaciones mediante el tacto son muy importantes;
- El bebé penetra las cosas y se transforma en el creador; Y
- La destrucción de la cosa o su donación, cuando se retira, suavemente, hace que la psique se desarrolle mediante una especie de aflicción.
Los padres descubrirán poco a poco el placer que siente el bebé al resolver problemas y poco a poco, muy poco a poco, está naciendo una relación de dos maneras: primero, compartiendo sensaciones corporales y, en segundo lugar, sintonizando emociones: la tarea de toda una vida ha comenzado.
Autor: Arndt Soret
Revisado por Elizabeth Wee
Traducido por Esperanza Escalona
